ASALTO A MI CASA


¡Encontrar el amor nunca fue tan fácil!



Hola que tal, Soy Diana Gonzales

A mí  me gusta fantasear sobre situaciones en las que tal vez en algún momento podría pasarme, así que realice este cuento, basado en un hecho que hipotéticamente me pudiera suceder.

Espero les guste este.




 Jamás pensé que me fuera a suceder algo así­, eso solamente lo había visto en las películas o en las telenovelas.



Mi padre trabaja desde la mañana y nunca está en mi casa y mi hermana también llega hasta tarde.



No es que me asuste lo que me paso solo que es una experiencia poco común, que en el momento te causas mucho miedo y angustia. 



Todo pasa en uno de esos días como cualquiera, terminaban mis clases de la universidad y me dirigía a mi casa, era un día caluroso y seco, recuerdo que vestía un pantalón pescador de color azul, una blusa blanca holgada y unas sandalias por eso del calor.



Llegue a mi casa, abrí­ la puerta y cruce el pequeño patio para llegar a la puerta de madera que da a la sala, pase a la cocina a tomar un poco de agua, en mi hogar se oía el mismo silencio de todos los día a causa de que nadie a parte de mi padre y mi hermana habitan la casa.



Subí a mi habitación, encendí mi computadora y me recosté en mi cama para descansar un poco.



Probablemente eran como las cuatro de la tarde.


¡Encontrar el amor nunca fue tan fácil!


También encendí la televisión, cambiaba de canal constante mente sin detenerme por más de un minutos en uno.



Después de unos instantes escuche pasos en la parte de abajo, igualmente escuche que se cerraba la puerta de madera, en ese momento pensé en mi papa y automáticamente me causó extrañeza porque mi padre nunca llega tan temprano de trabajar y mi hermana llega hasta noche.



Eso me hizo saltar de la cama, como quiera que fuera, decidí­ bajar a ver de qué se trataba.



Al bajar la escalera me lleve la sorpresa de ver cuatro tipos, todos ellos encapuchados. Inmediatamente uno de ellos se abalanzo sobre mí para sujetarme, puso una de sus manos sobre mi boca y de inmediato uno de ellos saco una cinta de color gris, empecé a forcejear pero era inútil.



El tipo de la cinta me amordazo dando varias vueltas alrededor de mi cabeza con la cinta adhesiva mientras el otro tipo me sujetaba las manos por la espalda, al terminar de amordazarme me ato manos en la posición en la misma posicion en que me sujetaban, después me ataron los pies.



Los mismos sujetan que me sujetaban me cargaron y subieron las escaleras para llevarme mi habitación, para ese momento me ahogaba un sentimiento de miedo no tenía idea de lo que me pudieran hacer.



Me arrojaron a mi cama y salieron de mi cuarto. La televisión y la computadora seguía encendidas, empecé a remolinarme pero las ataduras estaban muy apretadas y me lastimaban.



La mordaza me enmudeció por completo, era inevitable gemir.



Recostada en la cama volteaba de un lado a otro buscando algo que me pudiera servir para desatarme pero también fue inútil.



El tiempo pasaba y en toda la casa se escuchaban ruidos de los ladrones, que buscaban estrepitosamente cosas de valor.



Mientras tanto a mí me invadía un sentimiento de pánico, pensaba en lo peor. Pensaba en que me pudieran asesinar o que abusaran de mi violentamente, incluso temía que mi padre o hermana llegaran y les pudieran hacer algo.



En instantes me tranquilizaba pero la angustian era constante.



Pasaron algunas horas y los ladrones no se iban.



Lo intente todo, movía mi cabeza en todas direcciones para zafar mi mordaza pero fue totalmente inútil quise alforja las ataduras de mis manos y solo conseguía un gran ardor en mis muñecas, mis brazos y piernas empezaban a entumirse.



El hecho de forcejear las ataduras me agotaba, pero en cuanto recuperaba fuerzas lo intentaba de nuevo.



Intente pararme para buscar un objeto filoso dentro de mis cajones, pero mis pies estaban tan apretados que no pude sostenerme y caí al piso.



Ahora me encontraba tirada en el suelo con una gran desesperación, empecé a llorar, asomaba la mirada por debajo de la cama, cambia de posición de un lado a otro, gemía sin querer, me estiraba una y otra vez, forcejaba mis brazos y el resultado era el mismo, seguía atada sin nada que hacer.



Después unos instantes se escuchó el timbre de un celular, el cual no me era familiar, se trataba del celular de uno de los ladrones, inmediatamente dejaron de osarse ruidos.



Aproximadamente en quince minutos, escuche que alguien entraba, se trataba de mi padre y mi hermana, temí que los ladrones estuvieran escondidos para después capturarlos, pero no fue así.



Inmediatamente escuche el grito de mi papa que me gritaba, subió rápidamente las escaleras, abrió la puerta de mi alcoba, entro y me miro ahí, atada y amordazada con el rostro lleno de lágrimas, su impresión fue de gran susto, me tomo del suelo mi puso en mi cama, quiso desatarme pero no pudo, salió en busca de algo, después mi hermana me vio y de igual manera se asustó, saco unas tijeras de uno de mis cajones y me desato las manos, luego los pies, y luego la mordaza.



FINHola que tal, Soy Diana Gonzales, a mí  me gusta fantasear sobre situaciones en las que tal vez en algún momento podría pasarme, así que realice esta cuento, basado en hecho que hipotéticamente me puede suceder

Espero les guste este.



 Jamás pensé que me fuera a suceder algo así­, eso solamente lo había visto en las películas o en las telenovelas.



Mi padre trabaja desde la mañana y nunca está en mi casa y mi hermana también llega hasta tarde.



No es que me asuste lo que me paso solo que es una experiencia poco común, que en el momento te causas mucho miedo y angustia. 



Todo pasa en uno de esos días como cualquiera, terminaban mis clases de la universidad y me dirigía a mi casa, era un día caluroso y seco, recuerdo que vestía un pantalón pescador de color azul, una blusa blanca holgada y unas sandalias por eso del calor.



Llegue a mi casa, abrí­ la puerta y cruce el pequeño patio para llegar a la puerta de madera que da a la sala, pase a la cocina a tomar un poco de agua, en mi hogar se oía el mismo silencio de todos los día a causa de que nadie a parte de mi padre y mi hermana habitan la casa.



Subí a mi habitación, encendí mi computadora y me recosté en mi cama para descansar un poco.



Probablemente eran como las cuatro de la tarde.



También encendí la televisión, cambiaba de canal constante mente sin detenerme por más de un minutos en uno.



Después de unos instantes escuche pasos en la parte de abajo, igualmente escuche que se cerraba la puerta de madera, en ese momento pensé en mi papa y automáticamente me causó extrañeza porque mi padre nunca llega tan temprano de trabajar y mi hermana llega hasta noche.



Eso me hizo saltar de la cama, como quiera que fuera, decidí­ bajar a ver de qué se trataba.



Al bajar la escalera me lleve la sorpresa de ver cuatro tipos, todos ellos encapuchados. Inmediatamente uno de ellos se abalanzo sobre mí para sujetarme, puso una de sus manos sobre mi boca y de inmediato uno de ellos saco una cinta de color gris, empecé a forcejear pero era inútil.



El tipo de la cinta me amordazo dando varias vueltas alrededor de mi cabeza con la cinta adhesiva mientras el otro tipo me sujetaba las manos por la espalda, al terminar de amordazarme me ato manos en la posición en la misma posicion en que me sujetaban, después me ataron los pies.



Los mismos sujetan que me sujetaban me cargaron y subieron las escaleras para llevarme mi habitación, para ese momento me ahogaba un sentimiento de miedo no tenía idea de lo que me pudieran hacer.



Me arrojaron a mi cama y salieron de mi cuarto. La televisión y la computadora seguía encendidas, empecé a remolinarme pero las ataduras estaban muy apretadas y me lastimaban.



La mordaza me enmudeció por completo, era inevitable gemir.



Recostada en la cama volteaba de un lado a otro buscando algo que me pudiera servir para desatarme pero también fue inútil.



El tiempo pasaba y en toda la casa se escuchaban ruidos de los ladrones, que buscaban estrepitosamente cosas de valor.



Mientras tanto a mí me invadía un sentimiento de pánico, pensaba en lo peor. Pensaba en que me pudieran asesinar o que abusaran de mi violentamente, incluso temía que mi padre o hermana llegaran y les pudieran hacer algo.



En instantes me tranquilizaba pero la angustian era constante.



Pasaron algunas horas y los ladrones no se iban.



Lo intente todo, movía mi cabeza en todas direcciones para zafar mi mordaza pero fue totalmente inútil quise alforja las ataduras de mis manos y solo conseguía un gran ardor en mis muñecas, mis brazos y piernas empezaban a entumirse.



El hecho de forcejear las ataduras me agotaba, pero en cuanto recuperaba fuerzas lo intentaba de nuevo.



Intente pararme para buscar un objeto filoso dentro de mis cajones, pero mis pies estaban tan apretados que no pude sostenerme y caí al piso.



Ahora me encontraba tirada en el suelo con una gran desesperación, empecé a llorar, asomaba la mirada por debajo de la cama, cambia de posición de un lado a otro, gemía sin querer, me estiraba una y otra vez, forcejaba mis brazos y el resultado era el mismo, seguía atada sin nada que hacer.



Después unos instantes se escuchó el timbre de un celular, el cual no me era familiar, se trataba del celular de uno de los ladrones, inmediatamente dejaron de osarse ruidos.



Aproximadamente en quince minutos, escuche que alguien entraba, se trataba de mi padre y mi hermana, temí que los ladrones estuvieran escondidos para después capturarlos, pero no fue así.



Inmediatamente escuche el grito de mi papa que me gritaba, subió rápidamente las escaleras, abrió la puerta de mi alcoba, entro y me miro ahí, atada y amordazada con el rostro lleno de lágrimas, su impresión fue de gran susto, me tomo del suelo mi puso en mi cama, quiso desatarme pero no pudo, salió en busca de algo, después mi hermana me vio y de igual manera se asustó, saco unas tijeras de uno de mis cajones y me desato las manos, luego los pies, y luego la mordaza.
FIN.


¡Encontrar el amor nunca fue tan fácil!

7 comentarios:

  1. Esta entretenido sigue escribiendo. Saludos

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    1. Gracias, me alegra que te haya gustado, y claro seguire escribiendo mas...saludos

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  2. Falta la continuación,sigue escribiendo,buen día y saludos, y

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    1. Claro que seguire escribiendo, no te preocupes, saludos, buen dia y besos

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  3. Exelente sigue con tus fantasías esta muy entretenido lo q escribes saludos 😘😘

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. hola Diana, me gusto mucho tu historia, yo tambien escribo, puedo darte sujerencias y quizas aportar algo a tus historias, te dejare mi correo por si te interesa mi opinion nos pongamos en contacto. eltineyer87.cm@gmail.com

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