Capítulo 2:
Lo que te voy a enseñar ahora no es algo completamente nuevo, ha habido diferentes versiones durante siglos.
La diferencia es que el mío funciona, y el resto no. La manera simple de llamar este método es llamarlo el “método de las afirmaciones”.
Básicamente, el método de las afirmaciones implica repetirte una y otra vez algunas frases sobre cómo te gustaría ser o qué es lo que quieres.
Supuestamente, esto te hará fabulosamente rico, resolverá todos tus problemas y te dará la oportunidad de reencarnarte en el sillín de la bicicleta de Brooke Shield.
Por ejemplo, empleando esta tonta e impracticable versión, si quieres perder peso, deberías repetir frases como estas una y otra vez:
“Tengo control sobre mi apetito, no seguiré rellenando mi gorda y desagradable cara”
“Ya no disfruto de galletas y helados, sólo como mierda nutritiva como el tofu”
“Estoy perdiendo peso cada día que pasa, pronto dejaré de necesitar mi propio código postal” (…)
El problema de este método es que requiere que creas cosas sobre ti que SABES perfectamente que no son verdad.
Cada vez que dices “Soy…” en algún lugar de tu interior, otra parte de ti mismo dice “jejeje… ni hablar, macho.
¡¡Desde luego que no lo eres!!” – Así que este método no te lleva a ninguna parte, porque cada sugestión se cancela al plantearse. La solución más sencilla para todo esto es sustituir la palabra “yo” por la palabra “tú” (segunda persona en lugar de primera).
De este modo, es cómo si estuvieses sugestionando a terceros, así que NO TIENES POR QUÉ CREERLO.
Este sencillo cambio es la llave para dejar correr el ilimitado poder de tu mente subconsciente para transformarte en un dinámico, dominante y sexy semental a quien las mujeres no dejarán de desear poner las manos encima.
CAPITULO SIGUIENTE: LAS AFIRMACIONES REVELADAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario