Cuando una mujer todavía esta controlada por los padres, le digo enseguida que no les voy a gustar a sus padres y que no quiero hacerle pasar malos momentos.
No solamente estoy siendo honesto con ella diciéndole esto, también es algo que las enciende.
Si les digo “No les voy a caer bien a tus viejos”, enseguida piensan que soy un chico malo, y todas ellas quieren un chico malo. Tampoco me gusta mentir a los padres.
Les digo que soy tan malo como ellos piensan que soy. “Soy tan malo como ustedes piensan”.
Cuando quiero que las mujeres hagan algo por mi, algo sexual o lo que sea, no les pregunto, se los digo.
Pero lo hago de una manera encantadora. No digo “¿Podría
comprarte un trago por favor?”, digo “¿Qué estas tomando?”.
No le pregunto si quiere salir conmigo. Digo algo tipo “Quiero que cenes conmigo esta noche”.
¿Entendes? No estoy preguntando ni estoy exigiendo. Les estoy diciendo lo que quiero con confianza y respetuosamente.
Les estoy mostrando lo que hay en el menú.
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