Mi primera vez entre tus brazos


¡Deja atrás la soledad! Encuentra a alguien que quiera estar contigo y esté cerca.





Mi primera vez entre tus brazos
No, espera... Es que.. Nunca me he dejado  sexo oral.. 
De verdad..y me viste con cara de sorprendido?

 pero eso no te detuvo al contrario fue un volcán para ti...
Tu respuesta fue..

No te preocupes, si no te agrada como lo hago me puedes  detener, de acuerdo,

Ok...y yo con ganas de que y no querer dejarme disfrutar de placer,
Tu No podías dejar de contemplar mi figura, 
a pesar de que no estaba la luz encendida.

Besaste mis labios pero está vez mas suavemente, 
baje por su cuello, sus mi busto, 
me detuve en sus busto dandole suaves besos acompañados de mordiscos pequeños,
 solo podía oír como daba leves suspiros al apretar mis pezones...
 
¡Deja atrás la soledad! Encuentra a alguien que quiera estar contigo y esté cerca.

 bajaste por mi  vientre con mi desdén en besos, tu sentías como movia poco a poco mi cintura y cadera de lado a lado mientras mi respiración se tornaba mas agitada y acelerada.

Estabas extaciado por mi cuerpo, 
aunque no era del todo de una figura esbelta, aún así te encantaba tocarme sediento de mi... 
Estaba cerca de tú proposito y no solo lo sabía por la cercanía en mi sexo, 

sino por el aroma que comenzaba a embriagarte.

Te Detuve el frenesí de tus labios cerca de mi cadera para ahora comenzar a subir por mis piernas, 
desde la rodilla, subiendo por los muslos  y bajando nuevamente,


prolongando mas la desesperacion y el deseo de llegar a su sexo.
Beso tras beso, una pequeña mordida en el muslo interno cerca de tu  deseo y solo pude escuchar otro suspiro mio Y  tu ahogado por la presión de mis labios el uno contra el otro.

Y ahí mi tenía, mi sexo ya lubricada con mi aroma más que cautivador e hipnotico me decías que bien hueles ... 

Mi di cuenta  que me costo trabajo controlarte para no meterme entre mis piernas y devorarla completa e introducirla en mi boca...

Lentamente siguiendo con tú vals de besos, lleguaste a mi monte de venus, dando pequeños lengüetazos , como queriendo solo acariciarlo, como si se tratase de una frágil pieza que se puede romper...

Y ahí estaba, de nuevo otro suspiro mio pero esta vez no lo calle, al mismo tiempo que pudiste sentir mis labios vaginales en lengua.

Ya era demasiado tarde, ya no podía parar, aunque yo  lo pidiera... Por fin te  tenía ante mi lo que tanto anhelaba, lo que deseabas hacerle con mi lengua y mis labios lo que tu querías solo me mirabas con esa cara de Deseo... 

Subías y bajabas ávidamente entre mi sexo pero con calma, hasta que su clítorís, ohhh ese glorioso clítorís me decías y soltaba unas carcajadas, pudiste atraparlo entre tus labios, devorando como si fuesen mis  pechos se tratara, 
está vez ya no era un solo gemido mio, 
eran una secuencia de ellos, acompañado con suspiros y un movimiento de cadera sin control alguno yo no me podía controlar mi adrenalina estaba a 100 por hora.

ya mis deseos te dijeron ahhh, que rico... por favor, no pares te dije...
Me tu noparaste hacerlo, 
Tú ahí estaba, entre mis piernas, disfrutando de mis movimientos repentinos punto de probar lo rico de su interior...

No supe en que momento pero mis  manos ya estaban en tu cabeza, apretandome fuerte hacía ella y de un momento a otro jalandome tu cabello y de nueva cuenta tratando de hundirme en mi sexo.

Estabas enloquecido por todo mi cuerpo en ese momento, el tener mi clítorís entre tus labios, rozándolo con la punta de mi lengua, sus manos entre mi nuca y mi espalda, arañandome con locura, mis caderas y espalda arqueadas hacia el techo de la habitación, mi cabeza hacia atrás y lo mejor de ese momento, mi voz más que agitada, la respiración entre cortada y mis pequeños gemidos que me indicaban lo que su voz no tardo en decirme..

así, sigue... sigue, no pares... Me encanta como lo haces amor , sigue..
Y estalló en un orgasmo más que subliminal, regalándome su flujo en mi lengua que ya estaba más metida en mi sexo, disfrutando el sabor de sus mieles el cuál bebí sin pretexto alguno.

Tu me dejaste que lo disfrutara, que descansara mi cuerpo y mis piernas que te tenían mi cabeza más que atrapada entre ellas.
Tenía su cabeza sobre la almohada, con los ojos cerrados aún por la excitación tal vez, se remojó

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