CAPÍTULO 1
Viví en Texas por dos años y cuando volví a Montreal llamé a esta mujer con la que salía.
Y ella estaba extremadamente enojada conmigo por haberme ido sin decirle adiós.
Le dije “Fuiste la primera a la que llame. Estoy mirando mi lista y vos saliste la mejor rankeada. Ahora ¿hay alguna chance de que vaya para ahí o no? Estoy demasiado caliente como para discutir”.
Ella dijo “Vení”. Así que fui y me la garché. Después de que acabe, ella estuvo ladrando por otras dos horas.
La deje quejarse (¿a quien le importa lo que digan ellas?) mientras me fui a dormir. A la mañana me hizo el desayuno y ladró otras dos horas.
Finalmente le pregunte, “¿Qué tanto voy a tener que aguantarme tus quejas? ¿Cuántos ladridos valen dos años en Texas?”. Y ella dijo “Ya casi termino”. ¿Cuántos ladridos valen dos años en Texas?
Es cierto que no llame. Si, me garché montones de otras mujeres.
No, no estaba pensando en vos. Si, si, si. ¡Tenés tanta razón linda!
OK, si, ella tiene razón. Soy un hombre terrible.
Pero a ellas les gustan los chicos malos.
¿Te acordás ese capítulo de Seinfeld donde George era el chico malo?
Decidió hacer completamente lo contrario a lo que había hecho siempre, y de repente ¡tenia mas mujeres que siempre! Es un hecho que a las mujeres les gustan los chicos malos.
Y un montón incluso lo admiten.
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