SECUESTRO EN CASA Parte 6

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- ¿Y la viste? ¿Quien era? 
- Verla, lo que se dice verla... 

Diana se sorprende cuando la intrusa le quita la venda de los ojos, luego de aclararse la vista, descubre a una mujer, definitivamente es una mujer pero sólo eso, ya que la secuestradora viste mono entero de latex, calza botas negras, usa guantes y una máscara que sólo deja ver su boca ya le cubre toda la cabeza, e incluso tapa sus ojos con unos anteojos tipo aviador. 


Poco tiempo tiene de sorprenderse ya que la intrusa le hace un gesto y la levanta, aun con las manos esposadas. 

Diana observa que es un poco mas alta que ella, claro que los tacones ayudan. 

- ¿Que te duchó? 

La esposada es dirigida al aseo, siempre por mímica de su captora, obligada a entrar en la ducha. 

La intrusa abre el grifo del agua, y dirige el chorro de agua caliente a su cautiva, poco a poco la va lavando ayudada de una esponja y gel, luego usará el champú para lavarle el pelo. 

Siempre con señas, y parandose en todos los lugares claves de la chica, que está excitada y se deja hacer. 

Pero parece que la intrusa no busca llevar al placer a la esposada chica, así que ésta se aguanta su excitación. después de la ducha, la secuestradora envuelve el cuerpo de la cautiva con una toalla y la cabeza con otra. 

La hace sentar en un taburete que existe en el servicio y con mano experta y ayudada de secador y cepillo, procede a dejar hermosa a la chica esposada. Hasta se deja hacer, preguntándose qué quiere hacer la intrusa con todo ello, ya sabe que quiere su placer, pero se pregunta si, aparte del sexual, no será también un placer estético. 

Con el cuerpo seco y el cabello peinado, la intrusa dirige a la mujer al dormitorio. Extendido en la cama está dispuesto un vestido negro, ropa interior, medias, zapatos. La intrusa viste a Diana con un portaligas negro, le coloca un sujetador negro sin tirantes. 

La hace sentar para colocarle las medias y abrocharlas al portaligas, luego le calza los zapatos, le hace levantarse para subir el vestido a su sitio y cerrar la cremallera. 

Diana, instintivamente se gira al espejo de cuerpo entero que tiene en la habitación y lo que ve le gusta muchísimo, se siente elegante y sexy, y más cuando junta los tobillos y se los imagina atados ¿estarán cambiando sus gustos sexuales? ¿tanto hacen unas cuerdas? 

No tiene mucho tiempo para responderse, porque la intrusa vuelve a tapar sus ojos con una venda, y le hace despegar las piernas abriéndolas de forma que su sexo desnudo siente el aire libre. Por poco tiempo, ya que algo se introduce en él, un objeto cilíndrico más o menos grande ¿un vibrador? Quizá. 

La intrusa parece atar unas cuerdas del aparato a la cintura de la chica. Luego, y tras señalarselo, la secuestradora pasa las bragas por las piernas hasta su lugar correspondiente. 

Diana piensa entonces que la mujer ha asegurado el aparato en su interior para que no lo pueda expulsar. Ello hace que se estremezca de placer y sienta humedad en su interior. La intrusa prueba el invento, sin tocar a Diana ni al aparato, éste se pone a funcionar, para mayor gozo de la atada ¿mando a distancia?. 

Pero sólo es un momento. Satisfecha la mujer, hace andar a Diana hasta el salón, donde la sienta en una silla y repite la prueba, esta vez más rato. 

Un tiempo más, y algunos ruidos que la atada supone que la intrusa se quita la máscara y los guantes, y Diana se ve instada a levantarse, la secuestradora la dirige ¿a la puerta?.

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